jueves, 10 de noviembre de 2011

SANGRE


Tal vez si hubiera preguntado dónde. Tal vez si se hubiera molestado en escucharle... Rudy bebía ahora con ahínco de una bolsa sanguínea que ya estaba por la mitad; a sus pies, otras cuatro habían sido despojadas del vital líquido. Rudy sentía cómo la vida se insuflaba poco a poco por sus venas, tal era su metabolismo de vampiro. Un par de bolsas más y no tendría que volver a sobornar a Michael en un par de semanas, que ahora corría hacia él vociferando y con el rostro desencajado. El mismo rostro desencajado que ahora mismo mostraba Rudy, tras leer "CONTAMINADO: SIDA" en las bolsas vacías.

MADISON AVENUE


Tal vez si hubiera preguntado dónde. Si sólamente se hubiera parado un sólo instante, tal vez todo el horror y todo el dolor desatados no habrían sido en vano y las vidas de una familia no habrían sido segadas inútilmente. Tal vez ahora mismo Philip Mason, ex agente de la CIA, no estaría sentado en la silla eléctrica, y tal vez Carlos Rubio, jefe del cartel Chinchilla, no se habría evadido del país. Tal vez si el viejo Philip no se hubiera visto ciego de ira y no hubiese irrumpido en el 123 de Madison Avenue en lugar del 123 de Madison Street...

SAIKO


Fue entonces cuando el guerrero ronin dio por perdida la batalla. Suavemente retiró el filo de su forjada katana, con un suave y grácil movimiento descendente, que acabó por desarmarlo. Su oponente, con la fría meticulosidad de lo cotidiano, separó su cabeza del tronco de su ahora sí, ex-propietario. Su último pensamiento fue para la pequeña Saiko, que pronto sería liberada en cuanto la noticia de su muerte llegase a oídos del señor feudal. El viejo muere y la niña vive. Le parecía justo. Una macabra sonrisa parecía atisbarse en sus ya fríos labios, separados unos dos metros y medio de su cuerpo.