(Comienza esta nueva escena con el boceto que ha realizado Ana da
Madanela, y que no sólo me parece interesante, si no que también es de
las pocas respuestas que me habéis dado. He decidido por tanto respetar
la redacción tal cual, sin cambiar ni un solo punto o coma.)
Incorporaste
firme e decididamente mostrando na man esquerda a placa base que ansían
os soldados, mentras na dereita enseñas unha caixiña de explosivos que
fará que os seus cús volen polos aires se tratan de joderte. Os seus
semblantes cambian ó ver a túa actitude, e parece que o medo se apodera
deles. Un soldado que parece estar ó mando fai un aceno ós seus
compañeiros, e estes comezan abrirse cambiando as súas posicións ata
deixar un oco por onde ti poidas saír. A túa ameaza xurdiu efecto,
parece que a placa base é o suficientemente importante para eles como
para deixar que marches e intentar capturarte máis adiante.
Non
esperas máis, camiñando de espaldas vas alonxandote lentamente sen
deixar de ameazar con destruir a placa. Cando estás a unha distancia
prudencial deles, sacas o tirador que activa a detonación e lanzalo polo
aire cara o grupo de soldados, e entón cando comezas a correr con todas
as túas forzas mentras sostes firmemente a placa base na túa man
esquerda, intentado protexela. A explosión parece que non foi quen de
acabar con todos os soldados, así que colles outra das caixiñas e
repites a operación. Non te preocupa o feito de usar outra dosis de
explosivos, posto que aínda che quedan as caixas dos cinturons dos
compañeiros que te salvaron ó inicio desta aventura, tres caixas en cada
un deles.
Dirixeste entón a un dos vehículos que se divisaban
antes de que te descubriran, e confias en que poida axudarche a saír
desta, confiando ademais, en que dentro deles poidas atopar máis armas
ou polo menos algún outro descubrimento que che permita conseguir máis
información sobre esta extraña misión.
Subes al vehículo sin
apartar la mirada de la zona del bosque en la que te han emboscado los
soldados, y a tientas tratas de arrancar el vehículo. Es inútil, carece
de potencia para poder ponerse en marcha, y una vez más tus planes se
ven frustrados. Tratas desesperadamente de buscar un sistema alternativo
de arranque, pero la sencillez del panel de mandos te insta a pensar
que no existe método alternativo de arranque al botoncito rojo que se
encuentra a la derecha del volante.
Quizás existan otras cosas
que deban preocuparte más allá del arranque del estúpido vehículo en el
que te has subido. Acaba de amanecer y los soldados Cyborg se están
recargando, lenta pero inexorablemente. Al cabo de unos pocos minutos
podrían estar de nuevo operativos, y eso supondría volver a empezar de
nuevo, con demasiados perros de presa rastreando tu bonito culo.
Al
final del claro puedes ver cómo una pequeña patrulla de soldados Cyborg
se dirige hacia tu posición, abriendo fuego. Se trata de unos 10 o 12
soldados, y sus armas han alcanzado tu vehículo, el cual abandonas de
inmediato para resguardarte de su fuego, tras un nuevo vehículo. Ahora
estás a salvo durante unos segundos, tiempo que aprovechas para echar un
vistazo a tu alrededor y ver cómo están las cosas.
Tu flanco
izquierdo está ocupado por cuatro de los seis soldados que te han
emboscado, al parecer has dejado fuera de combate a dos de ellos. Te
felicitas, no lo has hecho nada mal. Estos cuatro soldados están
respondiendo al fuego de la decena de soldados que se interna en el
claro. Poco a poco el reducido grupo de cuatro soldados se repliega
hacia tu posición, repelido por el fuego de la docena de soldados,
superiores en número y en posición.
Tu casco muestra ahora la
posición de ambos grupos armados, así como la tuya propia, a través de
una proyección en la visera. Puedes además percatarte de la posición de
nuevos grupos, mucho más numerosos que el primero, que se dirigen hacia
el claro de bosque en dónde te encuentras. Eso sin olvidarte de los
soldados ‘caídos’ que se encentran todavía desperdigados por el claro
del bosque. En unos pocos minutos estarás el centro de una buena
barbacoa.
Una vez más tendrás que tomar una decisión e intentar
salvar el culo y la maldita placa base que aún portan tus cada vez más
temblorosas manos. No tendrás alternativa, deberás decidir por ti mism@
el destino de tus propias acciones. Será suficiente con aportar un nuevo
punto de partida, sea con una simple idea, acción o idea a desarrollar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario